8/3/18

Marco Financiero Plurianual y Recursos Propios de la Unión: El futuro de las finanzas europeas



Daniel Albarracín
20/02/2018 (ES/EN)

Introducción

Ciertamente estamos ante uno de los debates decisivos para la UE, que no es otro que la definición de la estructura material y de recursos de la que se dotará el proyecto europeo.
Resulta una paradoja o, más bien, una fuente de frustración que el Parlamento, del que se dice tiene competencias para influir, aunque sea a rebufo de Comisión y Consejo, en la definición del presupuesto de la Unión, no pueda más que lanzar palabras al viento en lo que refiere a los capítulos sobre las fuentes de ingresos de la Unión y sobre el marco financiero que orienta y limita las finanzas europeas, sin olvidarnos de otros tantos recursos que se perfilan a escala intergubernamental fuera del control efectivo de esta cámara.

Son los gobiernos, en el Consejo, los que adoptan el criterio -en este caso mayoría cualificada-, con la aprobación del Parlamento, y dada la regla de decisión, eso supone una superposición de bloqueos que paralizan a Europa. Un bloqueo sistemático en el cambio de los fundamentos de la UE que sólo invita a pensar que lo ya definido resulta el camino a seguir: un camino que hace la UE un espacio de legitimación de las políticas austeritarias, apelando a mitos fundadores sistemáticamente ignorados a la hora de la práctica, de apoyo a las grandes empresas transnacionales, a la gran banca privada, los terratenientes, y que, si acaso, a lo máximo que nos permite aspirar es a racionalizar algunos recursos comunes que brindan ventajas a aquellos que se mueven en el mercado interior de la UE.

Sobre los recursos propios

Para nosotros pierde gran parte del sentido hablar del presupuesto anual de la UE, si previamente no podemos tratar la cuestión de los recursos propios, los ingresos de la Unión, y, después, su marco financiero plurianual.

Sólamente la ilusión de una estabilidad económica pasajera, cuyo ciclo puede llegar a su fin, puede ofrecer la falsa esperanza de que los problemas están resueltos. Sin embargo, contamos con un sistema financiero con banca periférica que no ha superado su insolvencia, con bajos márgenes operativos, y que apenas se sostiene por una política del BCE que, también, ha agotado su ciclo. Además, el proceso de concentración bancario ha incrementado el riesgo de un sistema financiero oligopólico con entidades demasiado grandes. Una nueva recesión desataría una crisis financiera, la tendencia es que se establezcan mayores tipos de interés, y, en los próximos años, se produzca un ascenso del precio de las materias primas, fruto de una crisis energética y climática irreversible. En el lado social, la desigualdad, la precariedad laboral, el deterioro de los servicios públicos, y las migraciones forzadas, profundizarán el desencanto. De tal modo que no es sólo el Brexit lo que sacude a Europa, sino su propia arquitectura injusta en medio de una larga crisis que no se ha superado.

El marco de recursos propios de la Unión ha quedado obsoleto. Tanto por su volumen como por su composición. Para nosotros rascar un hipotético aumento al 1,3% de la Renta Nacional Bruta, es sencillamente insustancialmente ante el tamaño de los desafíos. Como ya apuntaron en 1970 el Informe Werner, o en 1977 el Informe McDougall, la Unión necesita aumentar mucho más sus recursos para compensar las desigualdades en las balanzas externas propias, con recursos fiscales suficientes. Esto es, un mercado único sin unión fiscal, sólo puede conducir a desequilibrios y divergencias estructurales. Para poder operar contra estas divergencias es preciso hacer un doble paso, primero alcanzar el 4% del PIB europeo como transición a llegar al 8% del PIB. De otro modo, la arquitectura económica sólo puede generar tensiones crecientes sólo compatibles con un modelo autoritario e injusto que rechazamos.

También rechazamos las pretensiones de un neoliberalismo federal que quiere trasladar competencias fiscales a la Unión en detrimento de la capacidad fiscal nacional. Creemos que han de complementarse. Necesitamos más recursos públicos, en cooperación, sin quebrar la soberanía de cada pueblo, no menos.
Señalado el problema de volumen, conviene así pasar a la cuestión de la composición de estos recursos. El Grupo de Alto NIvel sobre Recursos Propios ha avanzado sugerencias, algunas de ellas de interés.
Estos recursos deben ser mayores, con una creciente porción europea, sin reducción de la nacional, y una distribución del esfuerzo fiscal diferente, siguiendo el siguiente criterio:
-       Que comience con una lucha contra la evasión y la elusión fiscal, emprendiendo sanciones ejemplares a los territorios off-shore, comenzando por los de la propia Unión y siguiendo por los países con los que se guardan acuerdos comerciales.
-       Que recaiga en los que se han privilegiado del modelo existente: las rentas del capital, de las finanzas y del patrimonio, armonizando bases imponibles y tipos mínimos efectivos a escala europea.
-       Que limite la emisión de gases de efecto invernadero mediante una fiscalidad progresiva.
-       Que reduzca o reconvierta los impuestos indirectos, para que su efecto regresivo no se haga soportar por las clases populares.
-       Que acabe con todo tipo de descuento, correcciones o cheques, que mayormente ha aliviado el esfuerzo fiscal de países ricos.

Más en concreto:
-       Exigimos una exigencia a países como Luxemburgo, Países Bajos o Irlanda homologuen sus impuestos de sociedades, estableciendo un tipo mínimo efectivo europeo del 20%, retenciones fiscales en origen del 15%, y se establezca un registro de propietarios reales de toda empresa o fondo, con un control de los movimientos financieros susceptibles de evasión fiscal.
-       En relación a la economía digital, la reforma del impuesto de sociedades debe adaptarse a la nueva realidad de prestación de servicios, gravando los ingresos en el lugar donde se prestan los servicios (físicos o virtuales) y no sólamente donde la sede se establezca.
-       Que se establezca un impuesto del patrimonio europeo, con un tipo inicial del 0,1%, con un mínimo exento de 300.000 euros, que sirva de registro de propiedad a escala de la UE.
-       Que se proponga una transición que corrija la aportación de las contribuciones nacionales (hasta ahora el 83% de los ingresos) por el peso de su renta per cápita, haciendo pagar más a los países con mayor nivel de vida y que se benefician de la estructura del mercado europeo. No se trata de elevar este capítulo, sino de sostener su nivel de aportación.
-       Que el recurso del IVA se reduzca progresivamente hasta su eliminación (cuanto menos de los bienes y servicios esenciales, como alimentación y cultura), siendo sustituido por una progresiva  reconversión hacia una ecotasa para la descarbonización de Europa que grave en relación a la emisión de gases contraproducentes.
-       Que se establezca una tasa sobre las transacciones financieras que impidan movimientos financieros desestabilizadores.
-       Que se mantengan los recursos clásicos.
-       Que se incluyan bajo control presupuestario y parlamentario toda la galaxia de fondos externos intergubernamentales existente.
-       Que los superávits o recursos sin emplear no se devuelvan a los Estados sino que engrosen una reserva para fondos de emergencia.


Sobre el Marco Financiero Plurianual

El MFP agota su periodo en 2020 y el próximo se discute en estos momentos. Se trata de una discusión que es competencia del Consejo, mientras que el Parlamento sólo puede opinar y recomendar.

Se dice que el MFF (por sus siglas en inglés) contribuye a estabilizar los programas europeos a medio plazo. Desde nuestro punto de vista, el MFF resulta más bien un instrumento de enconsertamiento de los recursos y presupuestos públicos anuales europeos, tanto por su estructuración de partidas, con, volúmenes, techos y márgenes de flexibilidad sumamente limitados. Este esquema es responsable del modelo procíclico al que contribuye y del aseguramiento de una política de austeridad a nivel europeo.

De algún modo, a nivel parlamentario se comparte la idea de que el MFF ha sido superado por los hechos. Sin embargo, el alcance de las reformas que se plantea es sumamente tímida, eso sin contar con que el Consejo difícilmente aceptará incluso modificaciones en profundidad.

Hasta ahora el MFP ha durado 7 años y parece que para el próximo periodo también, abriéndose el debate a su reconversión a un modelo 5+5, esto es, con una revisión intermedia. El modelo 5+5 facilitaría que los europarlamentarios al menos pudiesen pronunciarse una vez en su periodo de mandato, dotando de más flexibilidad para una revisión sin perder de vista la estabilidad de los programas.


Pero, como decimos, lo que importa aquí es tanto que eliminen los techos, convirtiendo el MFF en un sistema de planificación flexible a medio plazo, mejor dotado de recursos, y que, según los ciclos pueda endeudarse, para recuperarse en los periodos positivos. Y, lo que es más importante, que se destinen los recursos a políticas que contribuyan a cambiar el modelo productivo europeo, corregir las desigualdades, y contribuir a una convergencia real y a una mayor cooperación entre los pueblos europeos.

A este respecto, nuestra perspectiva es bien clara sobre el MFF y la estructuración y orientación de los presupuestos europeos, en cuanto a sus contenidos:

-       Es preciso conformar un gran plan de inversión pública socioecológica a nivel europeo que contribuya a una transición justa en términos ecológicos y sociales. Esto implica cuestionar el modelo privatista, y basado en instrumentos financieros, del Plan de Inversiones Estratégicas (Plan Juncker). La cabecera 1 debiera dedicarse a este cometido, y no al fomento de la competitividad y el crecimiento insostenible. Los fondos estructurales y el fondo de ajuste en la globalización debieran pasar a engrosar este plan de inversión que defendemos.
-       Hay que reforzar los fondos europeos, como son el FEDER, FSE y Fondo de Cohesión, dedicados a la cohesión social y la convergencia real. Esto debiera formar parte de la cabecera 2.
-       Hay que reconvertir la Política Agraria Común para que se apoye la soberanía alimentaria, la agricultura de proximidad y ecológicamente sostenible, que facilite el cooperativismo, y que acabe con las subvenciones a grandes terratenientes.
-       La política pesquera debe introducir autocontención para que los mares puedan regenerarse.
-       En la cabecera 3, en la acción externa de la UE, debe acabarse con la política que condiciona la cooperación al desarrollo al control de las fronteras en países terceros, o a intereses de mercado colonialistas. .
-       Sobre la cabecera 4, dedicada a defensa y seguridad, creemos que hay que construir sociedades seguras, que confíen entre sí y sus servicios públicos, esto es, una concepción civil de la seguridad.
-       Hay que proseguir y reforzar los programas europeos dedicados a la innovación y la investigación como Horizon 2020. El programa Erasmus+ debe ser reforzado.
-       Han de incluirse en este marco el Fondo de Desarrollo Europeo o cualquier instrumento financiero, cuyo modelo de financiación habrían de basarse más en la inversión pública directa o la subvención y sólo en casos muy justificados mediante la financiación a la iniciativa privada que, en tal caso, ha de corresponsabilizarse de los riesgos de las operaciones.
-       Estamos en contra del Fondo Monetario Europeo por su orientación de estabilización del sistema bancario y de refuerzo de las políticas de austeridad y reformas estructurales para los países que soliciten su préstamo.
-       Para la rúbrica 5, estamos de acuerdo en una política de moderación salarial del funcionariado público, pero no estamos de acuerdo con el recorte del 5% del personal.

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REGARDING EU FINANCES, EU RESOURCES AND THE MULTIANNUAL FINANCIAL FRAMEWORK
05/03/2018. PODEMOS

Introduction

We certainly address one of the most decisive debates for the EU: defining the material structure and resources the EU will be provided with.

We all know the frustrating feeling, in democratic terms, caused by the subordinated role of the European Parliament, which on this issue possesses only ratification competences over what the Council concludes. However, we expect some upcoming significant changes due to a political context in which different and external factors are pushing to recentralise competences and resources within the EU. The consequences of Brexit for the EU Budget (around 9% of EU’s budget resources), pressures to invest in the military industry because of the USA’s role through NATO, the possible banking crisis, the unresolved economic crisis and a future recession, among others, are setting new grounds when we precisely find ourselves at the end of the 2014-2020 MFF. Moreover, the debate on the EU’s own resources is going to be decided under the rule of qualified majority and not under the so-called unanimity formula. It is not the case for the MFF. So we can have significant, but not deep, changes in the own resources regime, and slight changes in the MFF scheme. Whatever changes might come -and will likely not be of our approval- need to be thoroughly evaluated and analysed in order to respond with alternative proposals.

We are aware that this system of mutual blockades at Council level is a way for guaranteeing, consecrating and shielding neoliberal policies together with the current EU’s economic architecture. Although this time we think that there will be some changes in order to reinforce EU resources to give some responses to the above-mentioned challenges.

Regarding the change of own resources scheme.

First of all, to be able to have and decide on a budget, we previously need to define what quantity and type of resources will finance it. And ahead of the EU’s annual budget, it is imperative to define what conception of Multiannual Financial Framework would delimit it.

The own resources framework is obsolete in terms of volume and internal composition. To reach a slight increase towards 1,3% of the EU Gross National Income is, in the best case, absolutely insufficient to face the real challenges: overcoming the crisis, resolving the financial crisis, addressing the energetic crisis, and fighting against this unequal society.

As the Werner Report, in 1970, and the McDougal Reports, in 1977, stated, the Union needs a greater increase of its public resources just to offset the imbalances in the external balance of payments, going towards a framework of sufficient fiscal resources. The single market, without a fiscal union -or at least a coordination of the national fiscal systems all over Europe, can only draw us to more structural divergences in social and economic terms. For this reason, just to operate against these divergences we need to undergo a double step. First, reaching a 4% of the EU GNI for the EU budget, as a transition to reach 8% (the mentioned reports raises at least 7% of GNIF to compensate the effects of market economy zone). Otherwise, the EU economic architecture can only trigger increasing tensions only compatible with an authoritarian and unfair model which we reject.

Of course, we also refuse the aspirations of a neoliberal and technocratic federalism which looks forward to the transferring of fiscal competences in favour of Union ones, in detriment of national fiscal capacity. We are of the opinion that both EU fiscal capacity and national fiscal capacity should be reinforced and be complementary between each other. Thus, we need more public resources, in a cooperative way, without breaking peoples’ fiscal sovereignty.
After having pointed out the issue of fiscal volume, the composition problem is the question to deal with. The High Level Group on Own resources has been working on different suggestions, some of them of interest, although, for sure, they are not our political reference.
Summarising, public resources should be more, but also better conceived. More EU resources are needed, under a progressive conception and a better social distribution of fiscal efforts, without diminishing national fiscal regimes. A possible criteria, at European level (be with EU taxes, be with a European coordination of National taxes), could be the following:

  • Starting to fight, in real terms, against fiscal evasion and avoidance, setting up dissuasive sanctions for off-shore territories, Member States and countries which maintain trade agreements with the EU, and concerning private enablers accomplishes of this serious and corrosive practice.
  • The new fiscal regime should fall over those who take advantage of the current system of relations: capital income (corporate profits), financial transactions, and wealth tax -considering its initial tax rate as a first step for having a beneficial owner and property register system-. Moreover, the fiscal system should go beyond, not only harmonising tax bases but also the effective minimum tax rate all over Europe.
  • Turning the VAT system into a tax on greenhouse gas emissions, limiting unsustainable production.
  • Taking into account that all those indirect taxes are regressive in terms of social equality, so the VAT should be changed, if it is going to continue, decreasing the tax rate concerning the basic product and services (food, transport and culture).
  • We are in favour of a whole withdrawal of any kind of rebate or discount, which has been relieving the fiscal contribution of the richest countries in the EU.

Moreover:
  • We urge Member States, such as Luxembourg, Netherlands and Ireland to harmonise their corporate tax, used as a way of fiscal dumping. We ask for a minimum tax effective rate of a range of 20-25%, and setting up a withholding tax in each country of 15% in order to prevent tax evasion, withdrawing also any kind of tax ruling or nor-double taxation agreements among Member States.
  • The EU should include some monitoring system of capital movements invoking its effective political responsibility in order to fight tax evasion, tax avoidance and money laundering.
  • Regarding the (fairly recent) sector of digital and virtual economy (facebook, google, apple, microsoft, amazon,...) and its capacity of declaring profits wherever they wish, just having a formal tax office, obliges to consider the reforming of the corporate tax system to make digital companies pay wherever their service is provided, controlling the payment system from the place where the service is taken. Probably, and because of the global nature of virtual economy, this tax is a clear candidate to be a European tax.
  • There is a recoil of the collection and the establishment of tax on wealth all around Europe. This tax figure is appropriate for having a good system of beneficial ownership register and a property register in Europe (being harmonised as a national tax or as a new EU tax), as a first step. It would be of social and public interest to establish a tax on wealth with an exempt minimum of 300.000 euros, and an effective tax rate of 0,1%.
  • We raise a transition process to correct the national contribution kept so far, which represents around 83% of EU incomes. EU resources should include a distributive criteria correcting the national contribution considering the per capita income, in order to make the income system progressive, making those core countries which are taking advantage in their surpluses in their balance of payments because the economic architecture of the Eurozone, which have a higher living standard as well, contribute more in order to compensate their privileges of best conditions in the European division of production and labour.
  • Financial transactions, where they just are moved for the short term, causes imbalances and financial disorder because of financial speculation. For this reason, among others, we support a tax on financial transactions in order to prevent destabilizing financial movements.
  • We think that the external galaxy of intergovernmental funds outside the EU budget would be included in it in order to reinforce the fiscal capacity of the EU and for guaranteeing a more transparent and democratic control
  • We are in favour of retaining within the EU budget the surpluses of the EU budget, and not returning them back to the Member States, endowing a reserve fund for emergency causes.
Regarding the Multiannual Financial Framework

The current MFF expires in 2020. This year, 2018, is the political moment to decide the profile of the next one. The Council has the power of doing so, and the Parliament can just make testimonial political pressure, but this political action is of our responsibility and we will assume it.

The mainstream affirms that the MFF contributes to stabilize European programmes in the midterm. From our viewpoint, the MFF has a clear role in limiting and restraining expenditure, considering the whole volume and within the headings of the EU budget along the seven years of duration, with a low room for manoeuvre. Spending ceilings, low margin of flexibility among the headings, and deficit ban contributes to make the MFF a procyclical economic mechanism, instead of being anticyclical, meaning that in case of recession the EU budget could reactivate the EU economy and being compensated in prosperity cycle.

In somehow, there is a consensus which accepts that the MFF has been overcame by the facts. However, the scope of the reforms raised is extremely timid, and we are afraid that the Council even will not accept any change in depth. So, despite of the own resources system could be reinforced, the MFF will constrain the limit of the EU expenditure, as much arising the ceilings towards 1,3% of the European GNI.

What matters here is to finish with the ceilings, or at least increasing them significantly, turning the MFF into a flexible and organised system of EU programmes planning, allowing to endow to crucial action lines that should be undertaken. If it is not possible we will not solve the lack of real economic convergence, reduce the breach of inequality, foster the investment for the change of the production model, address the climate challenge, neither cooperate in better conditions among the peoples of Europe.

The MFF has last so far 7 years, and it seems that for the next period will be the same. The debate is open to change the duration to a model of 5+5 years, namely, with a revision process in the middle. The model of 5+5 would ensure the partaking of the political consideration of the European Parliament in each parliamentarian mandate. It also could give more flexibility for the change in the managing of the programmes, considering that economic cycles are shorter today than in the past, giving the opportunity to decide an expansive MFF in recession periods, and another more moderated in periods of economic boom, without losing significant stability for long-term programs, which could continue along the 10 years period, if it is seen appropriate.


In this regard, our perspective is quite clear concerning the MFF and its structuration, in order to orientate the EU budgets. Thus, concerning the headings of content:

  • Heading 1). Investment Policy. It would include a strong and new socio-ecological public investment plan at EU level, in order to contribute to a fair transition in social and environmental terms. This entails questioning the model, based in financial instruments, of the EFSI, which favors the private investment, and put in risk the public resources, although is not able enough of increase the total investment. The Structural Funds and the EAFG, among others, would be included within this new investment plan. The programmes as the Horizon 2020 should be orientated to research, innovate and change technologically the production model, to make it more sustainable. COSME should guarantee that the aids will arrive to the social economy, which is independent of big companies, as in the framework of the net-companies many of the SMEs are a tool of core companies (being subsidiaries, subcontractors, franchises or auxiliary companies).
  • Heading 2) Cohesión Policy. All the social funds (ERDF, ESF, Cohesion Fund, etcetera) should be reinforced. An additional fund for education could be within this heading, including Erasmus+. We refuse the establishment of conditionality of the social funds to impose structural reforms as it is suggests by the European Commission.
  • Heading 3 (former 2)) Agriculture and fish policy. This heading should be maintained, changing the model of grants in favour of landlords, and promoting the food sovereignty, the proximity agriculture, the cooperatives, and the change of the culture model for turning it into a sustainable one, guaranteeing the supply of food to the consumers through public companies of commerce, avoiding the subordination of the little farmers to the large distribution sector. The fish policy should take care of the exhaustion of the oceans and incorporate self-containment in the exploitation of seas.
  • Heading 3 (former 2): The external action of the EU should be limited to a real development cooperation in favour of the most deprived countries, finishing the colonial approach of our external policy, or the use of the development cooperation in order to blackmail to third countries to become borders guardians.  
  • Heading 4 (former 3) devoted to defence and security, we strongly believe that we need another concept of safety. The best to get it is building safe societies, based in public services, social rights and a trust of collective confidence, namely, a civil conception of the security.
  • The EDF fund and other financial instruments and intergovernmental funds should be included within the EU budget in their corresponding heading. The financial instruments should be use just for experimental projects and demanding to the private initiative to share economic risks. The normal public action should be based in public and direct investment and grants partially co-financed by beneficiaries, excepting the humanitarian and social aids.
  • We think that the EMF takes part of this galaxy of financial instruments. The guarantees given to this EMF should use to reinforce the Heading 1.
  • Concerning the former heading 5 (Administration), we agree with a wage moderation policy for the higher posts, and are firmly against of the cut of the 5% of staff.

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